En la tercera edad los chaqueños tienen más posibilidades de morir que los porteños
Martes, 23 de Noviembre de 2010 -
Para los habitantes del Noroeste y Nordeste argentino la probabilidad de morir entre los 65 y los 74 años es un 50 por ciento mayor al de los oriundos de Capital Federal. La conclusión se basa sobre las Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación que en 2008 pudo registrar que en ese rango de edades los decesos eran de 19,6 por mil habitantes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires contra 32 cada mil en el Chaco.
Cada vez más adultos mayores viven más años y son más saludables. Sin embargo una de las mayores preocupaciones por el fenómeno del envejecimiento de la población alcanza a la economía.
Si bien la denominada ‘inflación de la edad’ torna más complejo el panorama para los sistemas previsionales, médicos y sociales públicos, en otros aspectos -como el turismo, esparcimiento y actividades comerciales- abre nuevos horizontes.
Crecen los planes de viajes para jubilados, proliferan las ofertas de talleres, cursos y espacios lúdicos, artísticos o recreativos y florecen nuevos emprendimientos domésticos y colectivos donde predominan quienes ‘peinan canas’.
A las cifras oficiales para el Chaco y Buenos Aires se suman la tasa de mortalidad para quienes viven en Misiones, que alcanza el 29 por mil. Además, las estadísticas atribuyen un 28 por mil para santacruceños y 27 decesos por cada mil formoseños.
Los datos revelan que a pesar de que el envejecimiento de la población en general se elevó, todavía persisten grandes distancias difíciles de remontar entre regiones de un mismo país con importantes desigualdades económicas, sanitarias, educativas y de infraestructura.
Quienes viven en la región central tienen una expectativa de vida alta y con más años saludables, similar a la de habitantes de países desarrollados. Mientras para sus compatriotas del Norte argentino aún es poco accesible transitar una vejez con confort y salud.
Mayores saludables
En el abecé de la longevidad los especialistas recomiendan -en la medida de las posibilidades de cada uno- mantenerse laboralmente activo, practicar deportes, sostener una vida social y comunitaria, controlar el colesterol, la presión arterial y el azúcar, no fumar y conducir con cinturón de seguridad, además de haber estudiado durante no menos de 12 años y gozado de buenos salarios.
Sin embargo contar 75 cumpleaños y que el cuerpo acuse 65 es un privilegio condicionado fuertemente por factores sociales e intervenir para equilibrar las distancias es una prioridad.
Fuente: http://www.diarionorte.com/noticia.php?numero=57887
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